Hace como 15 días que no creo una entrada.
Ustedes no se imaginan la cantidad de pensamientos y hechos que se desarrollan antes de publicar una entrada.
Para componer un post; antes hubo un proyecto.
Antes de tener un proyecto; hubo una idea.
Antes de que surja la idea; hubo un destello de inspiración.
Antes de estar inspirada; hubo un deseo o una necesidad imperiosa de crear “algo”.
¿Cualquier “algo”? No…
Ese objeto, esa labor, ese producto, esa creación, esa obra, debe ser original y tener un fin: decorativo o práctico.
Por lo tanto, cierto porcentaje de ideas se descartan; porque no son originales, porque no sirven para nada, porque son de imposible realización.
Pero, gracias a Dios, hay una caravana de ideas que se quedan pausadas, como cuando detenemos la peli y la actriz se queda paralizada en medio de un pestañeo, con la boca abierta y las manos crispadas…
Así permanece ese grupo enorme de ideas, esperando su turno de ser repensadas, consideradas y valoradas para salir a luz del blog…
Este es para mí el backstage de una entrada.
Luego vendrá el tiempo de pasar a la acción, el momento del trabajo efectivo.
El tejer y destejer, el observar con ojo crítico y susurrar: “me gusta”…
Después el desenlace, el último punto, el nudito de final.
Y las fotos…
Y publicar la entrada.
¿Cómo es tu backstage?
Comentame!!!
María